Caso clínico Covid-19

Dr. Raúl Dorbeker Azcona

Pediatra, subespecialista en Alergia e Inmunología Clínica Pediátrica

Jefe servicio Inmunoalergias, Hospital Juárez Centro

En diciembre de 2019, en la ciudad de Wuhan, China, empezaron a reportarse casos de neumonías atípicas, de origen desconocido. Días después se pudo aislar el agente causal, un beta coronavirus que se denominó SARS-CoV2. El brote se fue extendiendo poco a poco hasta alcanzar el grado de pandemia. Desde entonces ha habido miles de contagios y defunciones. Tan solo en México, al 20 de septiembre de 2022, se han reportado 7,069,764 millones de casos y 329,895 defunciones. Se han empleado múltiples cantidades de fármacos, desde nuevos hasta viejos, para intentar tratar la Covid-19; sin embargo, al tratarse de una enfermedad viral, no se ha encontrado un fármaco con una actividad antiviral realmente efectiva, por lo que, hasta el día de hoy, el tratamiento es únicamente de sostén. Se han investigado varios fármacos con propiedades prometedoras en el manejo de la Covid-19, como son los antihistamínicos. En este texto se expone el caso de un paciente escolar con Covid-19 en cuyo manejo se incluyó un antihistamínico de segunda generación, el cual ha sido muy estudiado y empleado en patologías alérgicas en las últimas 2 décadas: loratadina.

Caso clínico

Ficha de identificación

Masculino de 8 años de edad con los siguientes antecedentes: originario y residente de la Ciudad de México, de ocupación estudiante, estado civil soltero, religión católica.

Antecedentes heredofamiliares.

Ambos padres sanos. Abuelos paternos hipertensos y diabéticos. Primo hermano por rama materna con antecedente de asma.

Antecedentes personales no patológicos

Habita en zona urbana, cuenta con todos los servicios intra y extradomiciliarios, baño diario, tabaquismo intradomiciliario (ambos padres). Su vivienda la refiere bien ventilada, bien iluminada, con presencia de peluches, cortinas y libreros, niega alfombras, refiere árboles cerca de su casa, sin basureros cerca de su casa y convive con dos perros, los cuales los refiere con aseo e inmunizaciones al corriente.

Antecedentes personales patológicos

Niega diabéticos, hipertensivos, internamientos, transfusionales, alérgicos, quirúrgicos o traumáticos previos. Refiere tres episodios de tos y sibilancias en épocas invernales y aparentemente asociados con infecciones virales.

Padecimiento actual

Refiere que su padecimiento inicia el 10 de enero de 2022. Se caracteriza por presentar rinorrea hialina, congestión nasal y estornudos en salva, acompañados de epifora constante y tos inicialmente seca que más adelante se vuelve productiva en accesos y sin predominio de horario; recientemente se agregan sibilancias. Se agrega a las 12 horas malestar general, mialgias, artralgias y fiebre hasta de 38.7°. Como antecedente, el 6 y 7 de enero convivió en una partida de rosca, en la cual cinco familiares resultaron positivos para Covid-19. Acude a consulta el 12 de enero, con los síntomas ya mencionados. A la exploración física se encontró en regular estado general, con hiperemia conjuntival, lagrimeo, mucosa nasal con abundante moco hialino y mucosa nasal con hiperemia, faringe-amígdalas grado 2, con hiperemia faríngea y escasa descarga retronasal hialina, campos pulmonares con estertores gruesos, sin crepitaciones y con sibilancias espiratorias inconstantes, así como saturación capilar de 92%; el resto de la exploración física es normal. Debido al antecedente epidemiológico de contacto con Covid-19, se decidió a realizar una prueba de antígenos, la cual resultó positiva para SARS-CoV-2 y se indicó manejo a base de reposo, adecuada alimentación e hidratación, asilamiento en casa, con uso de cubrebocas y espacios ventilados. De manejo farmacológico se indicó ibuprofeno a 10 mg/kg/dosis cada 8 horas, así como terapia inhalatoria con budesonida/formoterol 160/9 µg/dosis cada 12 horas mientras estuviera con tos y loratadina 10 mg cada 12 horas por 7 días. Se dio seguimiento telefónico y para el 15 de enero refería mejoría en síntomas generales y ya 24 horas afebril, persistiendo la rinorrea, aunque en menor intensidad, y tos ya de predominio nocturno, pero en menor intensidad que días previos. Al día 20 de enero, únicamente reportaba tos residual, ya más de 48 horas afebril y sin síntomas generales ni rinorrea, saturando al 96%, por lo que se decide su egreso. Cabe mencionar que ninguno de sus padres (ambos vacunados) presentaron signos y síntomas de Covid-19.

Discusión

En este caso clínico se trata a un escolar con antecedente de sibilancias inducidas por virus que presenta un cuadro de Covid-19, en una forma clínica leve. Si bien los niños generalmente cursan con cuadros leves y tienden a no complicarse, es importante el manejo de soporte para brindar una mayor comodidad al paciente. Recientemente ha habido publicaciones en las cuales se menciona el uso de antihistamínicos para pacientes con Covid-19. La histamina desempeña un papel fundamental en la modulación de la inflamación, produciendo libración de citocinas, entre otras acciones. Por lo tanto, el uso de medicamentos antihistamínicos podría resultar útil para la prevención de la tormenta de citocinas, añadiendo además cierto efecto antiviral, probablemente por su unión a la ECA-2 y al receptor sigma-1, lo que bloquearía la entrada del virus a las células. Así, varios estudios tanto in vitro como in vivo, han demostrado los efectos beneficiosos en el tratamiento y en la progresión de la enfermedad y una menor incidencia de positividad para el SARS-CoV-2. En el caso de loratadina, se trata de un antihistamínico de segunda generación, el cual carece de efectos neurológicos y cardiovasculares, lo cual lo hace muy seguro y con muy pocos efectos adversos. Loratadina bloquea la inflamación y broncoconstricción provocada por la liberación de histamina por los mastocitos. También, recientemente, se han demostrado efectos inhibitorios y antiinflamatorios en el epitelio respiratorio causado por rinovirus, haciendo de loratadina un candidato al manejo de exacerbaciones asmáticas causadas por virus. Sin embargo, no hay los estudios ni la evidencia suficiente para hacer de loratadina el fármaco de elección en pacientes con Covid-19, por lo que se requieren más estudios que lo sustenten. Sin embargo, dada la disponibilidad del fármaco, su seguridad, y sus efectos reportados in vitro, pudiera ser un fármaco más a utilizar en pacientes con Covid-19.

Bibliografía

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