Adaptógenos naturales
Dra. Astrid Martínez Bernal
Médica Genetista
Introducción
El uso de adaptógenos naturales tiene una larga historia: se utilizan en la recuperación de enfermedades, debilidad física, deterioro de la memoria y otras afecciones. Extractos de Panax ginseng, Eleutherococcus senticosus, Rhaponticum carthamoides, Rhodiola rosea y Schisandra chinensisse se consideran adaptógenos naturales y, en particular, adaptógenos vegetales. El objetivo de este estudio es evaluar el uso de adaptógenos de plantas en el pasado y ahora, así como delinear las perspectivas de sus futuras aplicaciones. Aunque los adaptógenos de plantas se han utilizado durante siglos, sus efectos continúan estudiándose hasta el día de hoy. También tienen un potencial prometedor para aplicaciones más amplias en el futuro.
¿Qué son los adaptógenos?
Son compuestos farmacológicamente activos que tienen la capacidad de mejorar la estabilidad del cuerpo contra el estrés sin aumentar el consumo de oxígeno. Además, tienen la capacidad corporal de mantener o estabilizar las funciones metabólicas y mejoran la función mental. Recientemente algunos factores ambientales, como la contaminación ambiental, el cambio climático, la radiación, las enfermedades infecciosas y la falta de armonía interpersonal se han incluido como factores que pueden generar estrés. En segundo lugar, los adaptógenos pretenden mantener la homeostasis, es decir, estas sustancias pueden compensar o resistir los trastornos físicos causados por el estrés, ya descrito y en tercer lugar, los adaptógenos no deben dañar las funciones normales del cuerpo humano.
Hay dos clases principales de adaptógenos. La primera clase incluye adaptógenos vegetales, mientras que la otra incluye adaptógenos sintéticos, que también se denominan actoprotectores. Han sido utilizados por la humanidad durante cientos de años en diferentes partes del mundo, si bien se han usado desde la antigüedad. El término “adaptógeno” es relativamente joven y empleado por primera vez en 1947 por el científico soviético Lazarev.
El mecanismo de acción de los adaptógenos vegetales es complejo y no se ha comprendido completamente. Estudios recientes informan que la ingesta de adaptógenos de plantas como extractos de raíz de Panax ginseng, Eleutherococcus senticosus, raíz de Schisandra chinensis, raíz de Rhodiola rosea modifican el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal, especialmente el sistema inmunológico-neuroendocrino y algunos mediadores de estrés. Además, la ingesta de tales extractos afecta las concentraciones de óxido nítrico, de lactato, de glucosa en sangre y de cortisol, así como el perfil de lípidos plasmáticos, enzimas hepáticas, etc. Su ingesta se asocia también con vasodilatación y disminución de glucosa y lactato en sangre.
Actualmente sus usos se asocian con la mejora de enfermedades mentales y trastornos del comportamiento, función cognitiva y enfermedades inducidas por estrés (ansiedad, enfermedades cardiovasculares, diabetes). Cabe mencionar que su ingesta no ha demostrado la presencia de efectos secundarios graves, lo cual, hace que estos adaptógenos sean seguros desde un punto de vista farmacológico.
Panax ginseng
La primera evidencia del uso de Panax ginseng se remonta a más de 2000 años. En el pasado se usaban los tallos, las hojas y principalmente las raíces del ginseng. Los extractos se prepararon y utilizaron para mantener la homeostasis en el cuerpo humano, tratar la fatiga y la debilidad, aumentar la protección inmunológica y tratar la hipertensión, la diabetes tipo 2 y la disfunción eréctil. En la medicina tradicional china, los extractos de ginseng también se han utilizado como agentes inotrópicos. Se desconoce el mecanismo exacto de acción adaptogénica de Panax ginseng, pero se supone que afecta el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal, además de ofrecer un efecto antioxidante. Se considera que las propiedades adaptogénicas del extracto de Panax ginseng se deben a los ginsenósidos (Rg1, Re, Rf, Rb1). Hoy en día están disponibles numerosos productos que contienen extractos de ginseng. La mayoría de estos productos se vende como suplementos alimenticios, pero también existen muchos medicamentos de venta libre. El ginseng radix está incluido en la Farmacopea Europea y en la Farmacopea de los Estados Unidos. Aunque el extracto se ha utilizado durante más de dos milenios, existe un número limitado de estudios clínicos que han investigado los beneficios o los efectos secundarios de su uso.
Los datos sugieren que la ingesta de extractos de Panax ginseng está asociada con efectos ergogénicos y una mayor fuerza muscular. La inclusión de Panax ginseng en la dieta de los atletas ayudaría a aumentar la resistencia física del cuerpo y ayudaría al cuerpo a recuperarse entre los entrenamientos.
La ingesta de extracto de Panax ginseng también se asocia con una normalización en el perfil de lípidos plasmáticos y una mejor concentración de glucosa. Es por esto por lo que los extractos de Panax ginseng podrían ser incluidos en la dieta de pacientes con enfermedades cardiovasculares, hiperlipidemia y diabetes. También se ha visto que Panax ginseng no solo aumenta la función cognitiva y las funciones de la memoria, sino que también mejora el sueño y la fatiga.
Hasta el día de hoy no se disponen estudios doble ciego aleatorios multicéntricos que incluyeran la ingesta de Panax ginseng, los cuales deberían de ser realizados para ofrecer una mayor información científica al respecto.
Se considera un fármaco seguro, ya que su ingesta no se ha asociado con efectos secundarios graves.
Eleutherococo senticosus
El ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosus) fue descrito por primera vez por Porfiry Kirilov en el siglo XIX. Sus efectos adaptogénicos fueron ampliamente estudiados en Rusia entre 1960 y 1970, sobre todo por su uso en atletas. La composición fitoquímica consiste en fenilpropanoide—siringina; lignanos—sesamina; saponinas—daucosterol; cumarinas, terpenoides, flavonoides, ácidos orgánicos y vitaminas. Se obtiene a partir de extractos de la raíz de Eleutherococcus senticosus, la cual estimula el sistema inmunitario, influye en la adaptación frente a factores externos y mejora las condiciones físicas y mentales, así como las funciones de la memoria. También tiene efecto hipoglucemiante y propiedades antiinflamatorias. Se cree que Eleutherococcus senticosus ejerce sus efectos adaptogénicos al incidir en el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal. Al igual que el ginseng, esta raíz también se incluye en la farmacopea europea. Se sugiere que otras de sus propiedades son mejorar la actividad física, la reducción de peso, la salud mental y la fatiga. Cabe mencionar que los extractos de la planta no solo se pueden usar para disminuir la fatiga, sino también puede ser empleada en los trastornos del sueño.
Existe el potencial para el desarrollo de medicamentos que contengan extracto de Eleutherococcus senticosus para ser tomados por pacientes con diversas patologías, como obesidad, sobrepeso, hiperlipidemia, etc. También podrían registrarse nuevos fármacos inotrópicos que contengan un extracto de planta estandarizado.
A la fecha no se dispone de estudios multicéntricos aleatorizados doble ciego que incluyeran la ingesta de ginseng siberiano, por lo cual se deben realizar para una mejor exploración de los beneficios y futuras aplicaciones.
Rhodiola rosea
En la medicina tradicional se ha descrito como un agente adaptativo que aumenta la resistencia física, mejora la fatiga, la depresión y los trastornos del sistema nervioso. Se ha utilizado en el pasado en Asia para tratar la gripe y los resfriados y se ha informado de su uso en la tuberculosis. En la parte escandinava de Europa, los extractos de estas plantas se han utilizado para aumentar la resistencia física.
Seis grupos de compuestos predominan en la composición fitoquímica de la planta: fenilpropanoides, derivados del feniletanol, flavonoides, ácidos fenólicos y mono- y triterpenos. Los principales derivados del feniletanol son salidrósido (rodiolósido), paratirosol y fenilpropanoide-rosavina. Estos son responsables de los efectos adaptogénicos y ergogénicos de Rhodiola rosea. Su efecto adaptogénico está asociado con la activación de la corteza cerebral al aumentar las concentraciones de norepinefrina y serotonina. Además, afecta el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal, reduciendo las concentraciones de hormonas liberadoras de corticotropina, corticotropina, cortisol y epinefrina.
Los estudios de Rhodiola rosea comenzaron con Dioscórides y continúan en la actualidad. Su ingesta está asociada con propiedades antioxidantes y adaptógenas. Se ha empleado no solo para superar la fatiga, sino también en enfermedades cardiacas debido al efecto beneficioso sobre la frecuencia cardiaca, contracciones musculares, trastornos del sueño y ansiedad. Se le han atribuido también propiedades hepatoprotectoras. La mejora de la fuerza física durante el ejercicio y la recuperación después de los entrenamientos es una de las razones por la que los deportistas también la emplean en su dieta. Su ingesta no está asociada con efectos secundarios graves.
Para una mejor exploración de los beneficios y futuras aplicaciones del extracto de Rhodiola rosea se deben realizar más estudios doble ciego aleatorios multicéntricos, ya que hasta la fecha no hay reportes de ese tipo.
Conclusiones
Durante los últimos 50 años, atletas profesionales han utilizado los adaptógenos de plantas debido a su alto potencial para aumentar la resistencia del cuerpo y mejorar la resistencia física. Actualmente, algunos de los adaptógenos vegetales más utilizados son Panax ginseng, Eleutherococcus senticosus y Rhaponticum carthamoides. Los ensayos clínicos que examinan los beneficios del uso de extractos de Rhodiola rosea, Eleutherococcus senticosus, Panax ginseng, Schisandra chinensis y Rhaponticum carthamoides son limitados. Los estudios multicéntricos aleatorios doble ciego serían extremadamente valiosos para evaluar el uso de los extractos en pacientes con enfermedades cardiovasculares, en pacientes con inmunidad comprometida y en pacientes con fatiga crónica.
Los datos de algunos metaanálisis muestran que los adaptógenos de las plantas podrían proporcionar una serie de beneficios en el tratamiento de la fatiga crónica, el deterioro cognitivo y la protección inmunológica. Sin embargo, existe potencial para la inclusión de los extractos de estas plantas en medicamentos destinados a tratar la fatiga crónica, el deterioro cognitivo, así como proporcionar cierto grado de inmunomodulación.
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