Uso de Azitromicina en pediatría
Autor: Dr. Raúl Dorbeker Azcona
Resumen
Las infecciones de las vías aéreas son uno de los principales motivos de consulta en pediatría. Si bien la gran mayoría de estos casos son virales, algunos cuantos son de etiología bacteriana y requieren el uso de terapia con antimicrobianos. Se dispone de múltiples tipos y grupos de antimicrobianos en el mercado. Los macrólidos, por su eficacia y seguridad, así como espectro antimicrobiano, son útiles en el tratamiento de ciertos padecimientos de etiología bacteriana en la edad pediátrica. En el siguiente texto abordaremos algunas características de los macrólidos, con especial énfasis en el uso de azitromicina.
Palabras clave: infecciones respiratorias, macrólidos, azitromicina
Abstract
Airway infections are one of the main reasons for consultation in pediatrics. Although most of these cases are viral, a few are of bacterial etiology and require the use of antimicrobial therapy. Multiple types and groups of antimicrobials are available on the market. Macrolides, due to their efficacy and safety, as well as their antimicrobial spectrum, are useful in the treatment of certain ailments of bacterial etiology in children. In the following text we will address some characteristics of macrolides, with special emphasis on the use of azithromycin.
Keywords: respiratory infections, macrolides, azithromycin
Introducción
Las infecciones en Pediatría constituyen una de las principales causas de consulta, siendo las infecciones del tracto respiratorio superior unas de las más frecuentes. Si bien la gran mayoría de las infecciones respiratorias superiores en la edad pediátrica son virales y no requiere antibióticoterapia,1 existen algunas entidades, como la otitis media o la sinusitis, que justifican el uso de estos fármacos. Actualmente se dispone de muchas opciones terapéuticas en el mercado, lo que, en lugar de ayudar a los pacientes, ha incrementado la resistencia bacteriana hacia los antibióticos y, en algunos casos, limitado el manejo adecuado. Es por esto que es imprescindible un adecuado y correcto uso de los antimicrobianos, para un mejor resultado clínico en nuestros pacientes. Dentro del grupo de antibióticos tenemos a los aminoglucósidos, betalactámicos, fluoroquinolonas, glucopéptidos, macrólidos, lincosaminas, nitroimidazoles, rifamicinas, sulfonamidas, tetraciclinas, antifí- micos y antifúngicos. En este texto hablaremos un poco de los macrólidos y en especial de azitromicina en niños.
Macrólidos
Constituyen un grupo de antibióticos muy útiles en el tratamiento de diversas infecciones extrahospitalarias, combinando un considerable margen de seguridad con una eficacia clínica adecuada. Son agentes de elección en el tratamiento de las infecciones por Legionella pneumophila, Mycoplasma pneumoniae, Bordetella pertussis, Campylobacter jejuni, Corynebacterium haemolyticuym y Corynebacterium diphtheriae. Se utilizan como alternativa a los antibióticos betalactámicos en pacientes con alergia a la penicilina en casos de faringitis por S. pyogenes o infecciones leves por S. pneumoniae.2
Entre los macrólidos, los más empleados son eritromicina, claritromicina, azitromicina, josamina, y miocamicina. Una de las ventajas de los macrólidos, aparte de su espectro y efectividad antimicrobiana, es el efecto antiinflamatorio, el cual se caracteriza por:
• Supresión de la expresión de endotelina
• Modulación de la cascada inflamatoria
• Apoptosis en neutrófilos
• Película biológica
• Reología del moco3
Si bien se llevan usando desde la década de 1950, en los últimos 30 años han aparecido dos macrólidos, claritromicina y azitromicina, los cuales tienen una mayor estabilidad gástrica, mejor absorción y son extensamente distribuidos en los tejidos. Esto permite una dosificación una o dos veces al día favoreciendo el apego al tratamiento. Además, por lo prolongado de su vida media tisular, 5 días de tratamiento equivalen a 10 días con otros antibióticos estándares utilizados en faringitis por Streptococcus pyogenes y para neumococo en otitis media aguda no supurada. Además, la penetración intracelular adecuada contribuye a su eficacia en infecciones causadas por microorganismos intracelulares, incluyendo Mycobacterium avium intracelular (MAC). La falta de unión de azitromicina a fagocitos incrementa la liberación del fármaco en el sitio de acción. Estudios han mostrado que claritromicina y azitromicina se acumulan activamente en neutrófilos humanos.3
Azitromicina
Azitromicina es un macrólido cuya actividad bacteriostática consiste en inhibir la síntesis proteica de las bacterias al unirse al ribosoma de las mismas. Es eficaz frente a Streptococcus pneumoniae, Haemophilus spp. y patógenos responsables de neumonía atípica como Legionella pneumophila, Chlamydia pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae.4
Su forma de administración con pautas de 3 a 5 días se basa en su larga vida media dentro de las células y su lenta eliminación en los tejidos, que puede ser hasta 100 veces superior a las las concentraciones plasmáticas. Los efectos secundarios más conocidos son gastrointestinales, hepáticos y cardiológicos (prolongación del QT). Azitromicina es mejor tolerada que claritromicina y eritromicina.4
Indicaciones en Pediatría
Azitromicina sería un antibiótico de primera elección en los siguientes casos (ver también el cuadro 1):
• Neumonías causadas por Legionella pneumophila, Chlamydia pneumoniae, y Mycoplasma pneumoniae. Se indicaría por alta sospecha diagnóstica o confirmación etiológica (antígeno en orina para Legionella pneumophila, serología para Mycoplasma pneumoniae o aislamiento del patógeno).5
• Infecciones respiratorias no graves del tracto superior en pacientes con reacciones alérgicas inmediatas IgE mediadas a penicilina o amoxicilina.6
• Gastroenteritis provocadas por microorganismos sensibles, como Campylobacter jejuni, en el caso de que se valore como necesario el tratamiento antibiótico, y en la diarrea del viajero cuando se considere indicado el tratamiento (diarreas moderadas o graves disentéricas, o febriles en destinos asiáticos).
• Tosferina como tratamiento erradicador y profiláctico tras exposición de contactos domiciliarios.
• Infecciones por Chlamydia pneumoniae en lactantes, habitualmente englobadas en síndromes pertusoides.
El mayor problema de los macrólidos es su elevada capacidad para inducir el desarrollo de resistencia adquirida en patógenos grampositivos y gramnegativos. Las tasas de resistencia se relacionan con el alto consumo de estos antibióticos.7,8
Su larga vida media en los tejidos, junto con las alteraciones genéticas que impiden la unión del fármaco al ribosoma bacteriano, son algunas de las causas que favorecen la resistencia bacteriana, convirtiendo a los macrólidos en los antibióticos con mayor riesgo de inducir resistencias bacterianas precoces, por lo que se recomienda un adecuado uso de ellos.
Azitromicina como antiinflamatorio
Azitromicina presenta actividad antiinflamatoria mediante mecanismos moleculares, celulares y bacterianos. Los efectos antinflamatorios de azitromicina se deben a que:
• Reducen la quimiotaxis de los neutrófilos.
• Limitan la producción de superóxido.
• Reducen la producción de moco.
• Estimulan la actividad fagocitaria de los macrófagos alveolares.
• Aumentan la apoptosis de linfocitos.
• Reducen la producción de citocinas implicadas en procesos inflamatorios: IL-8 y el factor de necrosis tumoral alfa.
Actúa también sobre poblaciones bacterianas, inhibiendo la formación de una capa defensiva llamada biofilm. También altera la comunicación entre las bacterias, lo que se conoce como quorum sensing.9
También se ha usado azitromicina en otras patologías pulmonares por su efecto antiinflamatorio, como en la panbronquitis obliterante, reduciendo la mortalidad y aumentando la supervivencia,10 lo que llevó su uso en otras patologías pulmonares como fibrosis quística,11 EPOC,12 bronquiectasias13 y bronquiolitis obliterante.14
Conclusiones
Los macrólidos son un grupo de antimicrobianos que pueden ser de primera elección en algunos padecimientos respiratorios de etiología bacteriana, con adecuados resultados clínicos. Su alta penetración en tejidos, su vida media prolongada y su efecto antiinflamatorio los hacen una muy buena opción terapéutica en aquellos microorganismos sensibles a estos antibióticos. Dentro de los macrólidos, azitromicina, al tener una mayor penetración en tejidos y una vida media prolongada, hace que su posología sea cada 24 horas y con menos días de aplicación, lo cual favorece el apego al tratamiento y favorece la resolución de la infección. Además, es un fármaco seguro y generalmente bien tolerado, por lo cual es recomendable su uso en amigdalitis estreptocócica, otitis y sinusitis bacterianas, neumonías adquiridas en la comunidad y en infecciones por pertussis.
Referencias
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