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El poder de la inspiración

Prevención y protección contra enfermedades respiratorias de temporada 

AUTOR: Dr. Alberto Armas Ruiz

Resumen

Se ha comprobado que existe una estrecha relación entre ciertas estaciones del año y la presencia de infecciones respiratorias. Los factores involucrados en este fenómeno han sido dilucidados: una disminución en la temperatura del aire que hace bajar la temperatura de las vías respiratorias nasales, cuyo enfriamiento compromete a la defensa respiratoria contra la infección al ralentizar el aclaramiento mucociliar y la inhibición de la fagocitosis leucocitaria. Hasta hoy se han identificado al menos nueve virus distintos como agentes causales comunes de infecciones del tracto respiratorio, que tienen su mayor presencia en distintos meses del año, aunque algunos, como el de la parainfluenza, permanecen durante todo el ciclo. En el control de estas infecciones resulta importante la capacitación del personal sanitario y la información adecuada para la población, destinadas a la prevención y manejo oportuno, a fin de evitar complicaciones graves. La solución electrolizada de superoxidación (SES) con pH neutro y especies activas de cloro y oxígeno ofrece protección y prevención contra las enfermedades respiratorias estacionales, incluida la mitigación del virus SARS-CoV-2. 

Palabras clave: infecciones respiratorias, virus, estaciones, prevención, control

Abstract

It has been confirmed that there is a close relationship between certain seasons of the year and the presence of respiratory infections, and the factors involved in this phenomenon have been elucidated: a decrease in air temperature that lowers the temperature of the nasal airways. This cooling compromises the respiratory defense against infection by slowing mucociliary clearance and inhibiting leukocyte phagocytosis. To date, at least nine different viruses have been identified as common causative agents of respiratory tract infections, which are most present in different months of the year, although some, such as parainfluenza, remain throughout the cycle. In the control of these infections, it is important to train health personnel and provide adequate information to the population, aimed at prevention and timely management, in order to avoid serious complications. Electrolyzed Superoxidation Solution (ESS) with neutral pH and active chlorine and oxygen species offers protection and prevention against seasonal respiratory diseases, including mitigation of the SARS-CoV-2 virus.

Keywords: respiratory infections, viruses, seasons, prevention, control

Introducción

Las oscilaciones climáticas estacionales se relacionan con diversos cambios, tanto en animales como en las plantas. Habitualmente los seres humanos nos protegemos de estos fenómenos mediante la vivienda y la ropa, aunque continuamos sujetos a diversos vaivenes estacionales, como los cambios de humor y desde luego las afectaciones a la salud.1

Es bien sabido que la incidencia de infecciones de vías respiratorias (IVR), como el resfriado común y la influenza, presenta fluctuaciones estacionales. En las partes más al norte y al sur de los hemisferios hay un pico de enfermedades respiratorias durante los meses de invierno. Se ha informado de la estacionalidad invernal para una amplia gama de infecciones respiratorias causadas por 200 virus diferentes pertenecientes a seis familias: ortomixovirus (influenza), paramixovirus (virus respiratorio sincitial), parainfluenza, coronavirus, picornavirus (resfriado común), virus del herpes y adenovirus. Los virus que pueden causar enfermedades sistémicas pero que ingresan al cuerpo a través del tracto respiratorio superior, como ciertas infecciones por paramixovirus (sarampión, paperas) y la infección por varicela-zoster (varicela), también muestran una estacionalidad invernal similar. Las enfermedades del tracto respiratorio inferior, como la neumonía, que puede ser de etiología viral o bacteriana, también tienen un patrón estacional similar, con el pico de la enfermedad durante el invierno.1

La nariz es la entrada a las vías respiratorias inferiores y las infecciones de vías respiratorias superiores (IVRS) predisponen para las infecciones por virus y bacterias. Las infecciones de las vías respiratorias inferiores (IVRI) que ponen en peligro la vida a menudo inician como una IVRS, especialmente en las personas mayores. Los programas anuales de vacunación contra la gripe pueden ayudar a proteger a quienes corren el riesgo de sufrir una IVRI, aunque actualmente no existe protección total contra los cientos de virus responsables del síndrome del resfriado común.1

Las infecciones respiratorias son una de las principales causas de esta estacionalidad de muertes y enfermedades y suponen una gran carga estacional para los servicios de salud. Alrededor de 33% del aumento estacional de la mortalidad está relacionado con enfermedades respiratorias asociadas a infecciones y cada vez hay más pruebas de que parte del aumento estacional de la mortalidad asociada con enfermedades cardiovasculares puede estar relacionado con infecciones respiratorias.1

Efecto del clima estacional exterior sobre el clima interior

El término infección estacional se refiere a una infección específica en una estación del año. En consecuencia, la relación percibida entre las infecciones y el clima estacional se considera causal. Esto era cierto hasta cierto punto cuando los humanos vivían y trabajaban al aire libre con una protección mínima incluso de las condiciones climáticas más severas. La Revolución Industrial cambió todo esto. Los lugares de trabajo agrícolas al aire libre se trasladaron a fábricas y oficinas, alejando el estilo de vida humano de la naturaleza y el clima exterior.2

Con la introducción generalizada de la calefacción central y de estructuras de edificios cada vez más herméticas y aisladas se logró mantener una zona de confort térmico constante en el interior, provocando desconexiones aún mayores de las fluctuaciones climáticas diarias y estacionales del exterior. Esta desconexión es particularmente evidente en invierno, cuando la calefacción interior provoca una divergencia importante entre la temperatura interior y exterior y la humedad relativa (HR), aunque no afecta la humedad absoluta (HA).2

El número de contactos entre personas aumenta en forma significativa en los días laborables en comparación con los fines de semana, mientras que las condiciones climáticas locales, como la lluvia, el sol y el frío, tienen efectos menores en los contactos. Estos resultados contradicen la idea frecuentemente expresada de que las reuniones en interiores debido a condiciones climáticas adversas tienen un efecto relevante en la estacionalidad de las infecciones.2

En el mundo industrializado, la mayoría de las personas interactúa, trabaja, duerme, viaja y pasa 90% de su vida en espacios cerrados, donde comparte una cantidad limitada de aire respirable. Esto implica que la inmensa mayoría de los eventos de transmisión de persona a persona ocurre en interiores. La implicación corolaria es que el clima interior y las tasas de cambio de aire, moduladas por las condiciones estacionales exteriores, son los impulsores clave de los patrones estacionales en epidemiología. Además, la exposición a las condiciones exteriores (aunque sea 10% de la vida) contribuye a la alteración de la defensa respiratoria en el viroma existente.2

Estacionalidad de virus respiratorios en la población humana

Hasta la fecha, se han identificado al menos nueve virus distintos como agentes causales comunes de infecciones del tracto respiratorio. Según estudios epidemiológicos realizados en regiones templadas, la mayoría de los virus respiratorios presenta una oscilación estacional de sus brotes (cuadro 1). El virus de la influenza, el coronavirus humano y el virus sincitial respiratorio humano (VSR) muestran claramente incidencias máximas en los meses de invierno (lo que lleva a que en ocasiones se les denomine como virus de invierno). Por el contrario, los adenovirus, el bocavirus humano, el metapneumovirus humano (MPVh) y los rinovirus se pueden detectar durante todo el año (virus de todo el año). Para algunos enterovirus, la frecuencia de detección y el número de casos aumentan en verano (virus de verano). Aunque las tasas de infección alcanzan su punto máximo en primavera y otoño, la gravedad de la enfermedad causada por la infección por rinovirus aumenta en invierno. Además, el virus de la parainfluenza (VPI) muestra un patrón de circulación estacional de tipo específico.2

Cuadro 1. Esquema de la estacionalidad de la infección por virus respiratorios en regiones templadas. Los virus respiratorios se clasifican en tres grupos según sus epidemias estacionales. El virus de la influenza, el coronavirus humano (CoVH) (como las cepas OC43, HKU1, 229E y NL63) y el virus sincitial respiratorio humano (VSR) muestran picos en invierno (virus de invierno). Los adenovirus, el bocavirus humano (BoVH), el virus de la parainfluenza (VPI), el metapneumovirus humano (MPVh) y los rinovirus se pueden detectar durante todo el año (virus de todo el año). Los patrones estacionales de VPI son específicos del tipo. Las epidemias de VPI tipo 1 (VPI1) y VPI tipo 3 (VPI3) alcanzan su punto máximo en otoño y primavera-verano, respectivamente. La prevalencia de algunos enterovirus distintos de los rinovirus aumenta en verano (virus de verano). V-I = virus de invierno; V-TA = virus de todo el año; TE = tipo específico; Pri = primavera; P-O = primavera-otoño; V-V = virus de verano.2

Los conflictos de replicación entre estos virus respiratorios pueden contribuir a que la incidencia máxima no se superponga entre sí. La observación epidemiológica ha reconocido la interferencia entre los virus respiratorios: los virus de la influenza y el VSR no comparten picos durante el mismo período, aunque ambos prevalecen en invierno. Durante la pandemia de gripe de 2009, se consideró que la prevalencia de rinovirus retrasó la introducción de la pandemia de gripe en Europa. Utilizando enfoques estadísticos, un estudio reciente muestra una fuerte interacción negativa entre el virus de la influenza estacional A y el rinovirus tanto a nivel poblacional como individual. Se han propuesto varios mecanismos posibles de interferencia, incluida la alteración del receptor viral de la superficie celular, la muerte celular o las respuestas del interferón del huésped (IFN). También se han propuesto interferencias protectoras impulsadas por anticuerpos para el conflicto de virus genéticamente cercanos como VPI, MPVh y VSR.2

En un trabajo se analizó si el desarrollo de las IVR se veía potenciado por la exposición al frío y la menor humedad en una población de un país nórdico. Los autores realizaron un estudio poblacional en el que analizaron los episodios diagnosticados de IVR, la temperatura exterior y la humedad entre estos pacientes (n = 892). Concluyeron que las IVR ocurrieron con mayor frecuencia cuando la temperatura ambiente era igual o inferior a 0°C. La temperatura diaria promedio se relacionó en forma significativa con los episodios de IVRS e IVRI, y por separado con el resfriado común y la faringitis. Una disminución de la temperatura aumentó el riesgo de resfriado común y faringitis. Además, una humedad absoluta más baja aumentó el riesgo de IVR y faringitis.3

La relación entre temperatura, humedad e IVR no fue lineal. La temperatura exterior disminuyó durante los 3 días y las 2 semanas anteriores al inicio de la infección. También se observó una disminución significativa de la humedad durante las 2 semanas anteriores al inicio de las IVR. Los resultados indicaron que las temperaturas frías y la baja humedad se relacionan con una mayor incidencia de infecciones del tracto respiratorio y esta información resulta importante desde una perspectiva de salud pública al planificar estrategias apropiadas de gestión del riesgo de resfriado.3

Otro estudio inglés encontró distribuciones estacionales y de edad bastante clásicas de los virus respiratorios durante la temporada de invierno del hemisferio norte 2009-2010, en una región occidental del Reino Unido. Encontraron que los patrones de codetección de diferentes virus respiratorios no fueron aleatorios y la mayoría de las asociaciones eran recíprocas, ya sea positiva o negativamente. La cepa pandémica de influenza A (H1N1) se destacó porque era la que tenía menos probabilidades de ser detectada juntamente con otro virus respiratorio.4

Hipótesis 

Una de las hipótesis que apoya los datos antes expuestos es que la exposición estacional al aire frío provoca un aumento en la incidencia de las IVR debido al enfriamiento de las fosas nasales. En la figura 1 se muestra un modelo de esta hipótesis. Ilustra que respirar aire frío durante la temporada invernal provoca el enfriamiento de las vías respiratorias nasales, lo que causa una caída de la temperatura del epitelio respiratorio y una disminución en la eficacia de las defensas respiratorias locales, como el aclaramiento mucociliar y la fagocitosis leucocitaria.

La información científica que apoya esta hipótesis establece que: 

  • Una disminución en la temperatura del aire causa una disminución en la temperatura de las vías respiratorias nasales 
  • El enfriamiento de las vías respiratorias nasales compromete la defensa respiratoria contra la infección al ralentizar el aclaramiento mucociliar e inhibir la fagocitosis leucocitaria 
  • El calentamiento del cuerpo y de las vías respiratorias asociado con la fiebre y la congestión nasal son defensas naturales contra la infección.
Figura 1. Modelo que ilustra el mecanismo para explicar los efectos estacionales del aire frío sobre la incidencia de las IVR agudas.1

Causas

Como se señaló antes, una infección respiratoria aguda (IRA) puede ser causada por diversos virus, entre ellos:5

  • SARS-CoV-2 (responsable de la Covid-19)
  • Influenza A y B (fig. 2)
  • Virus respiratorio sincitial (VRS) 
  • Parainfluenza 
  • Metapneumovirus 
  • Rinovirus
  • Coronavirus estacionales 
  • Adenovirus
Figura 2. Virus de la influenza.

Síntomas

Los síntomas de las IRA son similares a los de la influenza, la Covid-19 y el VSR. Estos incluyen fiebre de nueva aparición, dolor de garganta, congestión nasal, secreción nasal, tos, fatiga o malestar general, junto con dolores corporales. Una infección más grave puede provocar dificultad para respirar durante el esfuerzo o, en casos graves, en reposo.5

La mayoría de las personas con una IVR sólo experimenta una breve alteración autolimitada que puede manejarse mediante reposo, analgesia y líquidos en casa. Sin embargo, siempre debe tenerse en cuenta que pueden provocar complicaciones de las vías respiratorias inferiores, como neumonía y, en niños pequeños, bronquiolitis.5

Las IRA suelen desencadenar exacerbaciones agudas del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y pueden empeorar una insuficiencia cardiaca existente. Estas condiciones también requieren tratamiento. En raras ocasiones, tanto la influenza como la Covid-19 pueden provocar un síndrome inflamatorio grave, conocido como síndrome inflamatorio multisistémico, que se caracteriza por una enfermedad grave, con inflamación sistémica y choque. Este fenómeno puede ocurrir tanto en adultos como en niños.5

Temporadas propicias para Covid-19

En el entorno de las infecciones respiratorias y su relación con temporadas específicas, no pueden omitirse datos acerca de la infección por Covid-19. Por fortuna, hoy se sabe más acerca de esta temible infección. Se ha confirmado que se propaga principalmente a través de gotículas y, con menor frecuencia, mediante la transmisión por fómites y aerosolización. Sin embargo, aún no está clara la influencia de los sistemas de calefacción que recirculan el aire en el aumento de la propagación del aerosol del SARS-CoV-2. También se ha determinado que los cubrebocas y otros equipos de protección personal (EPP) previenen la propagación del SARS-CoV-2 y, debido a que se ha demostrado que un EPP inadecuado ha aumentado el número de muertes en los asilos para personas mayores, resulta fundamental tener acceso a suficientes suministros en estas instalaciones ante cualquier eventualidad de este tipo.6

También es necesario contar con protocolos para la detección universal; exigir que todas las personas se cubran la cara y practiquen el distanciamiento físico; realizar pruebas al personal y a los residentes con fines de detección y, cuando se identifique un brote, aislar a las personas con exposición viral o prueba positiva.6

Prevención y control de estas infecciones

Todos los pacientes que presenten algún síntoma de IVR deben usar un cubrebocas, según su capacidad y edad. El personal de salud también debe utilizar un cubrebocas y gafas para la atención de cualquier paciente que presente una IVR. Se requiere un respirador P2/N95 para Covid-19 y cualquier IVR donde se encuentre un procedimiento o comportamiento que genere aerosoles.5

Ciertos grupos son más susceptibles al desarrollo de complicaciones de las IVR y se debe considerar un seguimiento más estrecho y el uso temprano de terapias antivirales contra la influenza y/o Covid-19.5

En adultos (>16 años), los siguientes grupos pueden ser susceptibles:5

  • Personas de 75 años o más
  • Residentes que viven en centros de atención para personas mayores o discapacitados
  • Personas con:
  • una discapacidad que también tiene problemas de función cardiaca o respiratoria
  • enfermedad pulmonar crónica grave, asma, EPOC, fibrosis pulmonar o bronquiectasias
  • deterioro significativo debido a una condición neurológica crónica
  • insuficiencia cardiaca congestiva (clase NYHA igual o superior)
  • obesidad (IMC mayor o igual a 30)
  • enfermedad renal crónica (TFGe inferior a 60 mL/min)
  • diabetes que requiere medicación para el control de la glucemia
  • cirrosis hepática
  • Personas con inmunosupresión moderada a grave.
  • Embarazadas, particularmente aquellas en el segundo y tercer trimestre del embarazo y que tienen el riesgo de contraer influenza

También pueden ser susceptibles los niños con las siguientes condiciones:5

  • Enfermedad crónica grave o compleja
  • Trastornos cardiacos o respiratorios importantes
  • Inmunosupresión. 

Si otros virus respiratorios circulan ampliamente, como es típico durante el invierno, los asilos y las comunidades de vida asistida deben tener un plan viable para abordar los nuevos síntomas entre los residentes, el personal y sus familiares. Estos planes deben incluir un enfoque no sólo en la transmisión aérea y el equipo de protección personal, sino también en el lavado de manos y la descontaminación de superficies, porque la mayoría de los virus respiratorios, además de la influenza y el SARS-CoV-2, se transmite por contacto y no por inhalación.6

Solución electrolizada de superoxidación

La solución electrolizada de superoxidación (SES) con pH neutro y especies activas de cloro y oxígeno al 0.0015 y al 0.0010% (presentación pediátrica), ofrece protección y prevención contra las enfermedades respiratorias estacionales. Se han enlistado los beneficios del uso de la SES con pH neutro en la prevención y como coadyuvante en el tratamiento de estas alteraciones: resfriado común, influenza, virus sincitial respiratorio y Covid-19, tanto en niños como adultos.

Cabe señalar que la SES es una opción, en administración local, que está autorizada para su uso por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y está indicada en todos los rangos de edad, desde los recién nacidos (único antiséptico en el mercado con este beneficio). Como nueva indicación, también autorizada por COFEPRIS, es el hecho de que contribuye a la mitigación del virus SARS-CoV-2 (Covid-19) al inhibir la réplica del virus (único antiséptico con esta autorización).

Esta solución tópica no produce ardor ni irritación durante su aplicación, como sucede con otros productos para estas indicaciones. Cuenta además con dispositivos especiales para su administración pediátrica por vía nasal (válvula atomizadora de 30 mL que aporta 300 dosis).

Referencias

1.Eccles R. An Explanation for the Seasonality of Acute Upper Respiratory Tract Viral Infections. Acta Otolaryngol. 2002;122:183-191.
2.Moriyama M, Hugentobler W, Iwasaki A. Seasonality of Respiratory Viral Infections. Annu Rev Virol. 2020;7:83-101.
3.Makinen T, Juvonen R, Jokelainen J, Harju T, Peitso A, et al. Cold temperature and low humidity are associated with increased occurrence of respiratory tract infections. Respiratory Medicine. 2009;103:456-462.
4.Tanner H, Boxall E, Osman H. Respiratory viral infections during the 2009–2010 winter season in Central England, UK: incidence and patterns of multiple virus co-infections. Eur J Clin Microbiol Infect Dis. 2012;31:3001-3006.
5.NSW Government. Management of stable acute respiratory infections during increased peak activity periods in NSW. Clinical innovation. State of New South Wales (Agency for Clinical Innovation, ACI); 2023.
6.Kistler C, Jump R, Sloane P, Zimmerman S. The Winter Respiratory Viral Season During the COVID-19 Pandemic. JAMDA. 2020;21:1741-1745.

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