Bronquitis aguda
Resumen
La bronquitis aguda es uno de los principales trastornos por los cuales los pacientes solicitan atención médica. Los síntomas característicos incluyen tos, producción de esputo, fiebre, náusea, malestar general, disnea, cianosis y otros. Los desencadenantes de la bronquitis pueden ser agentes infecciosos, como virus o bacterias, o agentes no infecciosos, como el tabaquismo o la inhalación de contaminantes químicos o polvos. No se han informado diferencias en la distribución racial, aunque la bronquitis ocurre con mayor frecuencia en poblaciones con un bajo nivel socioeconómico y en personas que viven en áreas urbanas y altamente industrializadas. La terapia para pacientes con bronquitis aguda habitualmente se dirige hacia el alivio de los síntomas e incluye el uso de analgésicos, antipiréticos, antitusivos y expectorantes; las recomendaciones actuales del Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica del Reino Unido indican no tratar la bronquitis aguda con antibióticos a menos que exista un riesgo de complicaciones graves debido a condiciones comórbidas.
Palabras clave:
bronquitis, tos, bacterias, virus, fiebre, antibióticos
Summary
Acute bronchitis is one of the main disorders for which patients seek medical attention. Characteristic symptoms include cough, sputum production, fever, nausea, malaise, dyspnea, cyanosis and others. The triggers of bronchitis can be infectious agents, such as viruses or bacteria, or non-infectious agents, such as smoking or inhaling chemical pollutants or dusts. No differences have been reported in the racial distribution, although bronchitis occurs more frequently in populations with a low socioeconomic level and in people who live in urban and highly industrialized areas. Therapy for patients with acute bronchitis is usually directed towards the relief of symptoms and includes the use of analgesics, antipyretics, antitussives and expectorants; the current recommendations of the National Institute of Health and Clinical Excellence of the United Kingdom indicate not treating acute bronchitis with antibiotics unless there is a risk of serious complications due to comorbid conditions.
Keywords:
bronchitis, cough, bacteria, virus, fever, antibiotics
Por: Dr. Carlos Rivera G.
Médico Cardiólogo
Introducción
La bronquitis aguda se define como una inflamación de la tráquea, bronquios y bronquiolos, y es resultado de una infección del tracto respiratorio o del contacto con un irritante químico. Es uno de los principales trastornos por los cuales los pacientes solicitan atención médica. Puede presentarse en cualquier etapa de la vida y es común en uno u otro género. Su incidencia se ha calculado en un 5% por año en el adulto y es una causa común de infección en los niños.
En el anciano
Debe tomarse en cuenta que en el paciente anciano puede ser grave, en particular si es parte de un cuadro de influenza, si es acompañante de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o concomitante de insuficiencia cardiaca congestiva.
En los menores
En los pacientes pediátricos, la bronquitis aguda por lo general ocurre asociada con otras alteraciones del aparato respiratorio inferior o superior (en muchas ocasiones de la tráquea). Si el niño sufre cuadros repetidos de bronquitis, debe ser valorado detalladamente en relación a todo el sistema respiratorio, en busca de deficiencias inmunitarias o asma crónica.
Es importante determinar si el cuadro de bronquitis aguda no obedece a la presencia del virus sincitial respiratorio, ya que esta patología puede ser mortal.
Diagnóstico
Se puede sospechar bronquitis en pacientes con una infección respiratoria aguda con tos; sin embargo, debido a que muchas enfermedades más graves del tracto respiratorio inferior causan tos, la bronquitis debe considerarse un diagnóstico de exclusión.
Cuando un paciente estable experimenta un deterioro clínico repentino con aumento del volumen de esputo, purulencia del esputo y/o empeoramiento de la dificultad respiratoria, esto se conoce como una exacerbación aguda de la bronquitis crónica, siempre que se descarten otras afecciones que no sean la traqueobronquitis aguda.
Los desencadenantes de la bronquitis pueden ser agentes infecciosos, como virus o bacterias, o agentes no infecciosos, como el tabaquismo o la inhalación de contaminantes químicos o polvos. La bronquitis ocurre típicamente en el contexto de una enfermedad respiratoria superior; así, se observa con mayor frecuencia en los meses de invierno.
Los alérgenos e irritantes pueden producir un cuadro clínico similar. El asma se puede diagnosticar erróneamente como bronquitis aguda si el paciente no tiene antecedentes de asma. En un estudio, un tercio de los pacientes a los que se había determinado que tenían episodios recurrentes de bronquitis aguda fueron diagnosticados como casos de asma. En términos generales, la bronquitis es un diagnóstico que se realiza mediante la exclusión de otras afecciones como la sinusitis, faringitis, amigdalitis y neumonía.
La bronquitis aguda se manifiesta por la tos y, en ocasiones, la producción de esputo que no dura más de 3 semanas. Aunque la bronquitis no debe tratarse con antimicrobianos, con frecuencia es difícil abstenerse de prescribirlos. Las pruebas precisas y los protocolos de toma de decisiones sobre quién podría beneficiarse de la antibioticoterapia podrían ser útiles pero actualmente no están disponibles.
Fisiopatología
Durante un episodio de bronquitis aguda, las células del revestimiento bronquial se irritan y la membrana mucosa se vuelve hiperémica y edematosa, con lo cual disminuye la función mucociliar bronquial. En consecuencia, las vías aéreas se obstruyen con los desechos y aumenta la irritación. En respuesta, se desarrolla una abundante secreción de moco, que causa la tos característica de la bronquitis.
La bronquitis aguda suele durar aproximadamente 10 días. Si la inflamación se extiende hacia abajo, a los extremos del árbol bronquial, en los pequeños bronquios (bronquiolos), y luego a los sacos de aire, el resultado será una bronconeumonía.
Etiología
La bronquitis aguda por lo general obedece a ciertas infecciones, como las causadas por especies de Mycoplasma, Chlamydia pneumoniae, Streptococcus pneumoniae, Moraxella catarrhalis y Haemophilus influenzae, y con mucha frecuencia por virus, como los de la influenza, parainfluenza, adenovirus, rinovirus y virus sincitial respiratorio. La exposición a sustancias irritantes, como los de la contaminación ambiental, los productos químicos y el humo del tabaco, también puede causar una irritación bronquial aguda.
Debe considerarse Bordetella pertussis en niños que no tienen completo su esquema de vacunación, aunque los estudios informan cada vez más que esta bacteria es también la causal en adultos.
Epidemiología
En un estudio, se informó que la bronquitis aguda afectó a 44 de 1,000 adultos por año, y el 82% de los episodios ocurrieron en otoño o invierno. A modo de comparación, se produjeron ese año 91 millones de casos de influenza, 66 millones de casos de resfriado común y 31 millones de casos de otras infecciones agudas del tracto respiratorio superior.
La bronquitis aguda es común en todo el mundo y es una de las 5 razones principales para solicitar atención médica. No se han informado diferencias en la distribución racial, aunque la bronquitis ocurre con mayor frecuencia en poblaciones con un bajo nivel socioeconómico y en personas que viven en áreas urbanas y altamente industrializadas. Aunque se encuentra en todos los grupos de edad, la bronquitis aguda se diagnostica con mayor frecuencia en niños menores de 5 años, mientras que la bronquitis crónica es más frecuente en personas mayores de 50 años.
Pronóstico
Los pacientes con bronquitis aguda tienen un buen pronóstico. La bronquitis casisiempre es autolimitada en individuos que de otra manera están sanos, aunque puede causar ausentismo laboral y escolar. En ocasiones, los casos graves producen deterioro en pacientes con enfermedad cardiopulmonar subyacente significativa u otras comorbilidades.
Consideraciones de enfoque
Se puede sospechar bronquitis en pacientes con una infección respiratoria aguda con tos; sin embargo, debido a que muchas enfermedades más graves del tracto respiratorio inferior causan tos, la bronquitis debe considerarse un diagnóstico de exclusión. Es recomendable solicitar una biometría hemática completa con diferencial.
Las concentraciones de procalcitonina pueden ser útiles para distinguir las infecciones bacterianas de las infecciones no bacterianas. Ensayos realizados en 2008 y 2009 demostraron que pueden ayudar a guiar la terapia y reducir el uso de antibióticos.
La citología del esputo puede ser útil si la tos es persistente.
La radiografía de tórax debe realizarse en aquellos pacientes cuyos datos en el examen físico sugieren neumonía. Los pacientes ancianos pueden no tener signos de neumonía; por lo tanto, la radiografía de tórax puede estar justificada en estos pacientes, incluso sin otros signos clínicos de infección.
La broncoscopia puede ser necesaria para excluir la aspiración de cuerpo extraño, la tuberculosis, los tumores y otras enfermedades crónicas del árbol traqueobronquial y los pulmones.
Las pruebas de influenza pueden ser útiles. Las pruebas serológicas adicionales, como la de la neumonía atípica, no están indicadas.
La espirometría puede ser útil porque los pacientes con bronquitis aguda a menudo tienen broncospasmo significativo, con gran reducción del volumen espiratorio forzado en un segundo (FEV1). Esto por lo general se resuelve en 4 a 6 semanas.
La laringoscopia puede excluir una epiglotitis.
La hiperplasia de las células caliciformes, las células inflamatorias de la mucosa y la submucosa, el edema, la fibrosis peribronquial, los tapones mucosos intraluminales y el aumento del músculo liso son datos característicos en vías respiratorias pequeñas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Manejo de la bronquitis
Habitualmente el tratamiento se enfoca en el alivio de los síntomas e incluye el uso de analgésicos, antipiréticos, antitusivos y expectorantes. El cuidado de la bronquitis aguda es sobre todo de apoyo y debe garantizar que el enfermo se oxigene en forma adecuada. Se recomienda además que el paciente guarde reposo en cama.
Según las guías 2006 del Colegio Americano de Neumólogos (ACCP), los supresores centrales de la tos como la codeína y el dextrometorfano se recomiendan para el alivio sintomático a corto plazo de la tos en pacientes con bronquitis aguda y crónica.
Para pacientes con una exacerbación aguda de bronquitis crónica, se deben administrar agonistas de acción corta o broncodilatadores anticolinérgicos durante la exacerbación aguda. Además, un breve curso de terapia sistémica con corticosteroides ha demostrado ser eficaz.
En la bronquitis aguda, el tratamiento con broncodilatadores agonistas beta2 puede ser útil en pacientes con sibilancias asociadas con tos y enfermedad pulmonar subyacente. Hay poca evidencia que indique que el uso sistemático de los agonistas beta2 resulte útil en adultos con tos aguda.
Los medicamentos antinflamatorios no esteroideos son útiles para tratar los síntomas constitucionales de la bronquitis aguda, incluido el dolor leve a moderado. Los productos con albuterol y guaifenesina tratan la tos, la disnea y las sibilancias.
Antibióticos
Respecto a la administración de antibióticos, las recomendaciones más recientes sobre si tratar a los pacientes con bronquitis aguda con antibióticos provienen del Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica del Reino Unido. Recomiendan no tratar la bronquitis aguda con antibióticos a menos que exista un riesgo de complicaciones graves debido a condiciones comórbidas. Sin embargo, los antibióticos se recomiendan en pacientes mayores de 65 años con tos aguda si han tenido una hospitalización en el último año, tienen diabetes mellitus o insuficiencia cardíaca congestiva, o están en tratamiento con esteroides. También en los pacientes con exacerbaciones agudas de bronquitis crónica se recomienda el uso de antibióticos. Los ensayos han demostrado que los antibióticos mejoran los resultados clínicos en tales casos, incluida una reducción de la mortalidad.
Vacunas
La vacuna contra la influenza puede disminuir la incidencia de infecciones del tracto respiratorio superior y, con ello, reducir la incidencia de bronquitis bacteriana aguda. La vacuna contra la influenza ofrece una protección razonable contra las cepas inmunizadas. La vacunación se hace efectiva 10 a 14 días después de su administración.
Comentario
La bronquitis aguda es una alteración común y por lo general se considera una enfermedad autolimitada. Habitualmente no requiere tratamiento con antibióticos, pero en los casos que se ameritan, debe ponerse atención especial en su prescripción y uso razonable. Debe considerarse además que la tos, el síntoma más predominante en la bronquitis, puede permanecer presente durante varias semanas. Los episodios recurrentes o estacionales pueden sugerir otros procesos patológicos, como el asma.
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